La parodia del poder
Por ISHTAR
Aconteció un 28 de junio de 2009. Mis ojos se entreabrieron y comenzaron a dibujarse en la pantalla del televisor las formas casi permanentes y repetidas durante toda la jornada de políticos, votantes, discursos y augurios auto-ganadores a modo de estrategia barata o quizá negación narcisista (según la psicóloga Beatriz Golberg en un artículo de la revista Noticias).
Una mezcla de sensaciones de escepticismo, esperanza, desgano y ganas de mudarme de país me acompañó hasta que las 17 y pico de la tarde se me vinieron encima y entre que salí corriendo escondiendo un poco de dinero y cospeles en los bolsillos (por las dudas me roben y encima con el documento a cuestas), y la espera de la línea 600 que tras demorarse mas de 30 minutos nunca apareció, no me quedó más remedio que tomar un taxi hasta el colegio asignado. Cosas que suceden por no hacer el cambio de domicilio y tener que votar en una de las zonas más peligrosas de la ciudad: barrio Yapeyú.
Faltando 2 minutos para las 18 hs, alcanzo a introducirme en el mugriento basurero del colegio Amadeo Sabattini con la suerte de no tener que hacer cola y retirarme a los pocos segundos. Otro tema fue salir del barrio, sin líneas que pasaran por las cercanías del colegio y evitando caminar por ciertos sectores tan impenetrables como la selva amazónica, y no precisamente por la vegetación.
Recuerdo claramente mis manos en la oscuridad buscando ciertos candidatos que lamentablemente no estaban presentes: Gonzalo Heredia, Ricky Martin, Brad Pitt…(bromita para amenizar). Me refiero a los candidatos de las listas de la Honestidad, la Salud Pública, La Educación, El bien común, entre otros.
Sí estaban en cambio las listas por la Corrupción, la Institucionalidad desvalida, la Crisis Económica, la Emergencia Sanitaria y hasta un par de muertitos que cada elección bien vale la pena sacar a flote y hasta imprimir su imagen si sirve para sumar los votos de los nostálgicos.
Las estrategias publicitarias para ganar un lugar en las cámaras estuvieron a la orden del día, llegando en el caso de Narváez a traer al mismísimo asesor que trabajó en la campaña de Obama y, en términos del mismísimo candidato que de ser casi un desconocido llegara a ganar al expresidente: “Si un negro pudo ser presidente de los Estados Unidos, ¿por qué un colorado no puede ser gobernador de Buenos Aires?”
Debates carentes de ideas pero plagados de insultos y acusaciones, cierres de campaña en programas humorísticos y de espectáculos como Show Match, Almorzando con Mirtha Legrand, RSM e Infama hacen pensar que la sonrisa fácil, la careta de un doble y la arenga de turno, sirven para reemplazar el vaciamiento de propuestas, la indiferencia a la cruda realidad social que vive el país, el compromiso por terminar con los favoritismos y marcar la diferencia.
El oficialismo perdió 27 diputados y 6 senadores, con lo cual la mayoría se expresó en contra de las políticas que está llevando a cabo el gobierno del “matrimonio K”. Mensaje que aparentemente no llegó a destino, no fue asumido ni se vislumbra cambio de rumbo alguno en los planes de la presidenta.
En Córdoba, Juez ganó por una mínima diferencia en senadores y el radicalismo en diputados. Victoria para los radicales, gracias al corte de boleta y a la identificación con el partido más que con la persona del candidato. En el caso de Luis Juez, el festejo fue moderado, ya que el triunfo fue menor de lo esperado y el porcentaje de votos disminuyó más de 5 puntos en capital y hasta un 12 por ciento en el interior, desdibujando así sus aspiraciones de convertirse en el próximo gobernador de Córdoba.
Así armado el escenario de este teatro de la política donde los personajes muchas veces sólo cambian de papel y el guión parece conservarse más inmutable que la misma Biblia, donde las pugnas por el poder se rigen por la ley según la cual el fin justifica los medios y el fin sólo parece conducir al poder que se agota en sí mismo.
Una mezcla de sensaciones de escepticismo, esperanza, desgano y ganas de mudarme de país me acompañó hasta que las 17 y pico de la tarde se me vinieron encima y entre que salí corriendo escondiendo un poco de dinero y cospeles en los bolsillos (por las dudas me roben y encima con el documento a cuestas), y la espera de la línea 600 que tras demorarse mas de 30 minutos nunca apareció, no me quedó más remedio que tomar un taxi hasta el colegio asignado. Cosas que suceden por no hacer el cambio de domicilio y tener que votar en una de las zonas más peligrosas de la ciudad: barrio Yapeyú.
Faltando 2 minutos para las 18 hs, alcanzo a introducirme en el mugriento basurero del colegio Amadeo Sabattini con la suerte de no tener que hacer cola y retirarme a los pocos segundos. Otro tema fue salir del barrio, sin líneas que pasaran por las cercanías del colegio y evitando caminar por ciertos sectores tan impenetrables como la selva amazónica, y no precisamente por la vegetación.
Recuerdo claramente mis manos en la oscuridad buscando ciertos candidatos que lamentablemente no estaban presentes: Gonzalo Heredia, Ricky Martin, Brad Pitt…(bromita para amenizar). Me refiero a los candidatos de las listas de la Honestidad, la Salud Pública, La Educación, El bien común, entre otros.
Sí estaban en cambio las listas por la Corrupción, la Institucionalidad desvalida, la Crisis Económica, la Emergencia Sanitaria y hasta un par de muertitos que cada elección bien vale la pena sacar a flote y hasta imprimir su imagen si sirve para sumar los votos de los nostálgicos.
Las estrategias publicitarias para ganar un lugar en las cámaras estuvieron a la orden del día, llegando en el caso de Narváez a traer al mismísimo asesor que trabajó en la campaña de Obama y, en términos del mismísimo candidato que de ser casi un desconocido llegara a ganar al expresidente: “Si un negro pudo ser presidente de los Estados Unidos, ¿por qué un colorado no puede ser gobernador de Buenos Aires?”
Debates carentes de ideas pero plagados de insultos y acusaciones, cierres de campaña en programas humorísticos y de espectáculos como Show Match, Almorzando con Mirtha Legrand, RSM e Infama hacen pensar que la sonrisa fácil, la careta de un doble y la arenga de turno, sirven para reemplazar el vaciamiento de propuestas, la indiferencia a la cruda realidad social que vive el país, el compromiso por terminar con los favoritismos y marcar la diferencia.
El oficialismo perdió 27 diputados y 6 senadores, con lo cual la mayoría se expresó en contra de las políticas que está llevando a cabo el gobierno del “matrimonio K”. Mensaje que aparentemente no llegó a destino, no fue asumido ni se vislumbra cambio de rumbo alguno en los planes de la presidenta.
En Córdoba, Juez ganó por una mínima diferencia en senadores y el radicalismo en diputados. Victoria para los radicales, gracias al corte de boleta y a la identificación con el partido más que con la persona del candidato. En el caso de Luis Juez, el festejo fue moderado, ya que el triunfo fue menor de lo esperado y el porcentaje de votos disminuyó más de 5 puntos en capital y hasta un 12 por ciento en el interior, desdibujando así sus aspiraciones de convertirse en el próximo gobernador de Córdoba.
Así armado el escenario de este teatro de la política donde los personajes muchas veces sólo cambian de papel y el guión parece conservarse más inmutable que la misma Biblia, donde las pugnas por el poder se rigen por la ley según la cual el fin justifica los medios y el fin sólo parece conducir al poder que se agota en sí mismo.
8 comentarios:
quien escribio esto?
jajaja esta bonito escribir algo tan subjetivo y sin firma!!
me olvidé de firmar, jaja, fui yooo Ishtar
y si, es subjetivo...como todas las columnas de opinión, como todos los articulos ke leímos, como todo lo ke sale de la cabeza de los seres humanos, y no creo ke eso descalifique para nada...al contrario, sirve para el debate...ya que si buscamos la objetividad o el acercamiento a ella, es en el intercambio de subjetividades donde nos acercamos a ella (Karl Popper)
Comprendo que el ser objetivo no existe como tal y que todos los seres humanos somos subjetivos por naturaleza. Pero considero, también, que hay que tener cuidado con un exceso de subjetividad que lastime.
Llamar "mugriento basurero" a un colegio, es lastimar a las personas que asisten a él. Ergo, no estoy de acuerdo con ese tipo de calificaciones y dudo estarlo algún día...
Es como si yo te dijera "me parece que, con tu nota, en algunas cosas te fuiste un poquito al carajo"... también, dicho así, te estaría lastimando :).
Yo comparto que todo ser humano es subjetivo, tiene sentimientos, prejuicios, etc etc. Sin embargo, ISHTAR, uds estudian periodismo por lo que deben aprender en la carrera a manejarse con mayor objetividad que el resto de la gente (es mi parecer personal).
Publicar una nota con contenidos tan imparciales en un blog de periodismo me parece poco serio, sin mencionar que insultar de esa manera a una parte de nuestra sociedad que ya todos sabemos se encuentra en una situacion terrible me parece mucho peor.
a la entrada del colegio tuve ke atravesar un basurero, la expresion era literal, no un adjetivo del colegio, ojo con la sinterpretaciones debora, ya ke hablas de objetividad. En segundo lugar, no me interesa la politica ni nada ke se le parezca, para escribir el texto tomé datos publicados en encuestas, en diarios, revistas politicas, etc, aunke ustedes hayan sacado conclusiones sobre mi articulo, la realidad es ke es un rejunte de articulos armados por mi, solo la primera parte es mia, el resto es sintesis de articulos con opiniones de periodistas altamente calificados y conocidos, cuyos datos los extraen de encuestadoras reconocidas,en ningunmomento puse mi opinión personal, ya que no la tengo.
Es una opinión, tranquila...
De todos modos, entonces, fijate en la redacción, porque da a interpretar otra cosa.
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